Un piano solo
“Creo en todo lo que aún no
se ha dicho"
Rilke
Aprendizaje
La primera vez que fuí a un concierto
de Brad Mehldau fue en el año 1999 en Murcia, en una de aquellas
pequeñas salas que tienen los Auditorios construidos en los últimos
veinte años. Eramos unas treinta personas en aquel lugar. Yo apenas
iniciaba mis pasos en esto de escuchar música de jazz, y fui al
concierto de la mano del músico Pepe Viciana que me había enseñado
en 1999 todo lo que sabía de jazz y en 2011 también. Anteriormente
había escuchado los tres primeros volúmenes de The Art of the
trio de Mehldau, la revista Downbeat había nombrado el
volumen 2 como el mejor disco del año. Yo no estaba preparado para
escuchar un pianista en solitario y de repente allí estoy, en
Murcia, en una pequeña sala y un solo piano, aprendiendo como se
debe uno comportar en un momento así, cuales son los detalles a
tener en cuenta, las canciones, la melodía, la colocación del
piano, las luces, qué debía decir para hacer una crítica del
concierto. Al terminar aquel recital yo le pregunté a Pepe Viciana “
¿Qué?”, su respuesta fue inmejorable: “ Ha estado bien, he
aprendido mucho”. No le terminó de convencer el concierto, yo lo
sé, pero después de dos horas de ida más dos de vuelta hasta
Almería había aprendido algo. Hubiese preferido que fuese en trio,
normal, yo también aunque por diferentes razones. Porque un piano
solo es muy grande y se necesitan años, experiencia, mucho
vocabulario, un estilo propio, un público preparado, un ambiente
idoneo.
Práctica
Os propongo un ejercicio: nos
centraremos en la escucha de tres temas para intentar entender algo.
En su primer disco en solitario en 1999 Elegiac Cycle toca un
tema que se incluye en su último albúm Live in Marciac que
se llama Resignation. Otro tema incluido en su album Live
in Tokio es Things Behind the Sun una versión de Nick
Drake y que también se incluye en este último. Y por último
probablemente su tema más popular que siempre está entre su
repertorio que es Exit Music (for a Film) de Radiohead también
en Live in Marciac. Espero que no hayais parado para
escucharlos, esperad hasta el final del artículo.
Fijaros en la evolución de cada una
de las versiones, no hablamos de si es mejor una que otra, la
progresión entre ellas es indudable, pero no tanto por una cuestión
simple de calidad, sino de no repetir el trabajo ya hecho y construir
a partir de lo pasado. Things Behind the Sun nunca es la misma
canción, las formulas rítmicas evolucionan en si mismas, la
sensación de familiaridad y novedad es tan compleja como real. Al
igual sucede con cualquier melodía, o armonía en las que Mehldau
decida investigar. Si Nick Drake hubiese podido escuchar lo que ha
sucedido con su canción, no se lo podría creer.
Resignation es una composición
propia que desde 1999 no había vuelto a incluir en ningún disco.
Que Resignation sea reescrita doce años después nos enseña
la seguridad, la labor intelectual, de actualización continua en el
proceso creativo de Mehldau. Él nos dice: en 1999 yo hacía aquello,
ahora voy por aquí, no sé donde iré en 15 años, ya os iré
contando. Me recuerda a la montaña de Santa Victoria de Cezanne en
la que nunca era la misma. Mirar la transcripción de la partitura en
su página web.
Jorge Rossy, su batería durante 10
años, contaba que ellos no ensayaban , tocaban los temas en los
conciertos y los iban madurando, dándoles forma hasta que de repente
un día se convertían en disco. En una entrevista decía que él no
había escuchado la mayoría de las canciones pop que tocaban.
Mehldau llegaba, comenzaba a tocarlas y Rossy y Grenadier le seguian.
La investigación de la textura, la forma, el sonido, iba tomando
cuerpo mientras ocurría. La osadía para tocar temas de los Beatles,
Radiohead, Nirvana, Soundgarden, Oasis, Massive Attack, nos recuerda
el origen de la música de jazz moderna, como My Favorite Things,
increible versión en este último disco, viene de una melodía
popular adaptada al cine y que Coltrane convirtió en un hito del
avantgarde. Exit music (for a film) se ha convertido en manos
de Mehldau en un posible standard. Unicamente un grupo reducido de
músicos a lo largo de la historia tiene la capacidad de aspirar a
individualizar temas en el modo que consigue Brad Mehldau.
Fin del ejercicio. Se puede repetir
eternamente con nuevos ejemplos. Que cada uno tome sus propias notas,
yo las cambio cada vez que las escucho.
Coda
En una entrevista en el Huffington
Post le preguntaban por las diferencias entre tocar en trio o a
piano solo. Y respondía que la libertad a piano solo era mayor, que
le permitía seguir la forma que en cada momento le parecía
adecuada, que no tenía red y el espacio a investigar era infinito.
Al tocar en trio debes de tener en cuenta a los otros y seguir más o
menos un esquema.
Los dos trios de Brad Mehldau con
Jorge Rossy primero y Jeff Ballard ahora más Larry Grenadier
(contrabajista), han creado un sonido único y reconocible,
escribiendo su propia página de la historia de la música no escrita
como decía Bill Evans. Durante años, o más bien al inicio, aunque
seguramente todavía hoy quedará algun ignorante, se comparó a
Mehldau con Bill Evans. Hoy sería absurdo creer que Mehldau es un
imitador de Bill Evans. Los prejuicios crearon una imagen equivocada
basándose en que los dos son blancos y de formación clásica. La
única razón para mantener el error es no haber escuchado a ninguno
de los dos. Declaro mi absoluto rechazo a esta idea.
Cada vez que tengo la oportunidad de
ver un concierto de Brad Mehldau estoy expectante a ver que me va a
ofrecer, nunca son suficientes las veces, no sirve “lo ví hace
cinco años o seis”, porque al final Mehldau siempre ocurre en el
instante, en cualquiera de las opciones que nos ofrece, sea en trio,
solo, duo, noneto, orquesta, estoy seguro que alguna nueva forma nos
enseñará. Cada concierto que no vemos, es un momento perdido. ¿Él
será consciente de esta sensación después de un concierto suyo? La
gran duda, cuando encuentras a gente de este nivel, es pensar que
sucede en su cabeza. Yo intento entenderlo desde que lo escuché por
primera vez y él siempre me lleva un paso por delante o veinte.
Live in Marciac
es una pequeña joya a escuchar y a mirar. La inclusión de un Dvd
con el concierto es un regalo para poder intuir repetidas veces el
clima, la fuerza, que se puede ver en sus conciertos. Trás cada
concierto sigo haciéndome la misma pregunta ¿He aprendido algo? Con
Mehldau además de aprender como un adulto suelo disfrutar como un
niño.
El 23 de Marzo de 2011 fue el último
concierto al que asistí, tocaba a piano solo en la sala principal
del Auditori de Barcelona, en el escenario un Steinway & Sons, y
unas cuantas luces blancas. Brad Mehldau salió por la izquierda al
escenario, hizo una reverencia con las dos manos unidas al público,
aplaudimos, nos callamos e inició una nueva lección que todavía
tengo que asimilar antes del próximo concierto.
(Publicado en la Revista Dylarama en abril de 2011)
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