El malditismo que algunos objetos atraen consigo es inmutable. Las reacciones ante ellos van cambiando, porque el tiempo te hace ir alejándote en cada instante un poco más de ellos de un modo sutil. El cansancio es la última esperanza para deshacernos de aquello que nos molesta. Algunos rasgos se mantienen. Las pesadillas se aceptan después de muchas pesadillas. La ruptura se relaja con el descubrimiento del exterior, de otra cosa. El exterior se vuelve a empequeñecer y se estabiliza durante días o meses e incluso podemos cerciorar que años, pero de nuevo habrá una ruptura un hacia dentro y un nuevo exterior, en el que reconoceremos sentimientos antiguos, maestros antiguos que regresan para ser de nuevo pilares de un momento de nuevo concreto que desprecia el exterior y se centra en una sola cosa. Pienso que la estabilidad es cuando existe un punto concreto que condiciona o relaja lo exterior. Un gramo que nos sienta bien, y dejamos que el resto suceda, ya que la tranquilidad de inmiscuirnos en una acto bello nos conforta. Por eso el hombre y la mujer se necesitan, esa atracción hacia un descubrimiento de otro cuerpo que provoca el aplazamiento del exterior más allá del desnudo que tienes a tu lado. El abrazo nos resguarda de nuestras incongruencias, de los problemas que hemos creado en otras situaciones. El cariño es una gran droga.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
I really liked your blog, but this text was my favorite one.

Congratulations!

Kisses,
Simone
Anónimo ha dicho que…
He puesto tu texto en mi blog, es muy bueno!
Besos

Entradas populares