Esto me recuerda a cierto amigo tuyo recién llegado a Barna, que siempre se equivoca del lado de la puerta cuando sale de las casas, y su mano viene a chocar con las visagras, porque claro, paa qué encender la luz, y ni aún así él vería demasiado...
Nunca viene mal tener un amigo un pelín más torpe que nosotros.
Comentarios
Nunca viene mal tener un amigo un pelín más torpe que nosotros.
La realidad casi siempre supera a la ficción -a no ser que el diálogo pertenezca a dos acróbatas de circo.
Esperando que esté usted bien, le saludo afectuosamente.